Ingresar a la Colección Rivarola, de Marcela Ivanier, es ingresar a un submundo de arte y personalidad. Podrìa uno sentirse en una película de Almodovar por los colores vibrantes que definen cada estancia de lo que es su casa y galería de arte de su colección privada.
El lugar creaba un clima íntimo y sofisticado que anunciaba algo más que una simple cata de vinos: era una experiencia sensorial y cultural. Allí, en el corazón de Buenos Aires, se reunieron empresarios, figuras públicas y amantes del vino convocados por Mariela para degustar los vinos de Finca Suarez de la mano del mismo Facundo Suárez Lastra, ex intendente porteño, político con historia y actual alma mater de Finca Suárez, el proyecto vitivinícola familiar enclavado en el corazón de Paraje Altamira, en el Valle de Uco, Mendoza.
Sobre la Finca
Fundada en 1921 por su bisabuelo Leopoldo, Finca Suárez es una bodega con linaje, silenciosamente prestigiosa, recuperada y reconvertida por Facundo. Inspirado por el legado familiar y el potencial del terroir mendocino, se propuso modernizar la finca sin perder el alma artesanal que la define. Desde entonces, Finca Suárez se posiciona como un referente de la vitivinicultura boutique de altura, con vinos expresivos, precisos y profundamente ligados a su origen. Desde 2011 llegó la cuarta generación de la mano de Juanfa Suarez quien se incorporó a la empresa familiar. Aportó una búsqueda hacia vinos de terruño y prácticas agrícolas sustentables
La finca se ubica sobre suelos aluvionales, pedregosos y ricos en carbonato de calcio, propios de Paraje Altamira. Estas condiciones, combinadas con la altitud —a más de 1100 metros sobre el nivel del mar— y el clima fresco del Valle de Uco, permiten elaborar vinos con acidez natural, tensión, estructura y una expresión única del lugar. En estos suelos se cultivan variedades como Malbec, Cabernet Sauvignon, Chardonnay, Pinot Noir y Semillón, con rendimientos bajos y gran concentración.
La Cata
Suárez Lastra no solo ofició de anfitrión, sino que condujo personalmente la degustación con humildad, pasión y explicaciones sobre geografía y terroir. Así presentó las etiquetas más destacadas de su finca, logrando captar la atención tanto de paladares expertos como de curiosos entusiastas.
La cata comenzó con el Pet Nat, un espumante natural, vivaz y refrescante, elaborado bajo método ancestral que sorprendió por su frescura y carácter. Le siguieron el Chardonnay, elegante y mineral, y el Semillón, de perfil más austero y textura envolvente, ambos blancos fermentados con levaduras autóctonas y sin intervención excesiva.
El recorrido continuó con el Malbec, fresco, jugoso y representativo del estilo de la casa; seguido por el Cabernet Sauvignon, intenso pero equilibrado, con notas especiadas y taninos firmes. Como broche de oro, se degustó “Las Piedras”, un vino de parcela elaborado a partir de viñedos implantados sobre suelos calcáreos de gran profundidad, que ofrece complejidad, mineralidad y una marcada personalidad.
La cata fue maridada con platos exquisitos de la Chef Paula Comparatore, chef que siempre está en la búsqueda de honrar las raíces culturales y culinarias y así lo hizo con la propuesta de guiso y humita entre otros platos.
La Anfitriona
Marcela Ivanier, impecable anfitriona y mentora de tan personal espacio que fusiona arte, con su hogar y oficina; una joya bien guardada de la ciudad de Buenos Aires, recibió a los invitados con la calidez y gran don de gente. Su sede, mezcla de galería y refugio cultural, fue el marco ideal para una velada en la que el vino y la conversación se entrelazaron con naturalidad.
La noche se extendió entre brindis, recorridas por las piezas de arte que visten el lugar, y reflexiones compartidas. No faltaron los elogios a los vinos ni las charlas sobre el valor del encuentro, del trabajo artesanal y del regreso a las raíces.
Finca Suárez hoy produce en pequeña escala, bajo una filosofía de mínima intervención, respeto por el terroir y foco en la identidad de cada variedad. La bodega busca contar una historia sincera y cuidada en cada botella.
Así fue como una noche de otoño porteño se convirtió en testimonio de una pasión que atraviesa generaciones, copas en alto y una Argentina que, entre cepas y memorias, siempre tiene algo nuevo para brindar.
Salimos de Buenos Aires antes del amanecer. El auto avanzaba hacia el noreste, cruzando rutas dormidas y pueblos que se desperezaban con los primeros rayos de sol. Atrás quedaban el ruido, las bocinas y la ansiedad urbana. Adelante, nos esperaba una travesía hacia uno de los rincones más puros del país: los Esteros del Iberá. Un viaje al territorio del agua, la fauna y el tiempo detenido.
Después de unas 10 horas de ruta, con paradas para cargar nafta, estirar las piernas y dejarnos sorprender por paisajes rurales, llegamos al corazón de Corrientes. El último tramo fue el más desafiante pero sabíamos que habíamos elegido ir al lado B de los Esteros, un lugar donde no nos sentiríamos turistas sino locales. Así, entre espejos de agua y pastizales, apareció la tranquera de la Estancia San Juan de Poriahu con su escarapela de chapa, uno de los secretos mejor guardados del Iberá.
Una casa, mucha historia
Ubicada a 12 kilómetros de la localidad de Loreto sobre la ruta nacional 118 en Corrientes, la estancia es más que un hospedaje: es una casa viva, testigo de generaciones. Una estancia histórica que data del siglo XVII. Esta estancia jesuítica, enclavada en el corazón de los Esteros del Iberá, ofrece una experiencia auténtica que combina la historia colonial con la biodiversidad única de los humedales correntinos.
Atendida por sus dueños, Marcos nos recibe como si llegaramos a casa, nos cuenta un poco del lugar y nos invita a pasar a lo que es la casa familiar y que hoy funciona como hospedaje y allí nos dividimos los cuartos entre quienes fuimos. Este viaje fue un viaje familiar y el lugar es ideal porque éramos 3 parejas y algunos niños y jóvenes y ocupamos la casa principal y una de las casas laterales que cuenta con dos habitaciones más con sus baños..
La tierra del agua
Esteros del Iberá es uno de los humedales más grandes del planeta, y probablemente el menos explorado. Este inmenso sistema de lagunas, esteros, bañados y embalsados es el hogar de más de 4.000 especies de flora y fauna. Aquí viven carpinchos, ciervos de los pantanos, yacarés, aguará guazú es, monos carayá, lobitos de río y más de 350 especies de aves.
En San Juan de Poriahu uno abona un valor todo incluido diario que incluye el hospedaje, las comidas y las excursiones. Allí se convive con esa fauna de forma orgánica. Las excursiones no tienen horario fijo ni formato prefabricado. Se adaptan al ritmo de la naturaleza y de los hospedados.
Una mañana se sale en lancha para navegar por los canales del estero; otra tarde se cabalga hasta el monte nativo donde anidan los chajás. Hay caminatas guiadas, safaris fotográficos y momentos donde simplemente se observa. El espectáculo está garantizado.
Tiempo y raíz
La estancia funciona también como una cápsula del tiempo. No solo por el paisaje que permanece casi intacto, sino por la conexión con lo esencial. Las charlas se disfrutan sin pantallas de por medio. La rutina diaria está atravesada por la lógica del campo y los ciclos de la naturaleza.
Cada comida es una ceremonia: tostadas de pan de campo con dulces caseros,en el desayuno, guisos de campo, carnes de la zona, tortas fritas por la tarde. La mesa es también el lugar donde Marcos, nuestro anfitrión cuenta historias: de jaguares que regresan a Iberá, de científicos que pasaron por allí, de los primeros esfuerzos por preservar el ecosistema cuando nadie hablaba aún de turismo sustentable y sobre todo mucha historia.
Volver distinta
Al tercer día, mi reloj interno ya no funcionaba. Dormía con el sonido de los sapos y me despertaban las aves. Aprendí a distinguir al carpincho macho por su tamaño y al ciervo por el brillo de sus ojos. Descubrí que en el Iberá no se va simplemente a descansar: se va a desarmarse, a sacarse las capas urbanas de encima. A entender que somos uno con un todo. A reconectarnos con la esencia.
Cuando llegó el momento de partir, la sensación fue extraña: irse no era solo dejar atrás un lugar, sino salir de un estado. Volví distinta. Y con la certeza de que hay destinos en Argentina que todavía guardan magia, porque resisten la prisa y el ruido.
Si hay algo que siempre es recomendable es cambiar un poco de aire y salir de las opciones cercanas a casa para experimentar la extraordinaria oferta gastronómica que Buenos Aires ofrece. Eso hicimos y esta semana fuimos a sentirnos un poco turistas en nuestra ciudad, esta vez en Palermo, en la parrilla Lo de Jesus.
En la esquina de Gurruchaga y Cabrera se encuentra, con un ambiente de clásica y tradicional parrilla de la ciudad: Lo de Jesús. Un lugar sin duda con historia ya que este emblemático lugar de Palermo nace en 1953 cuando el inmigrante español Jesús Pernas fundó junto a su esposa Lola, un pequeño almacén de barrio de Palermo que se volvió punto de encuentro de los vecinos.
Con el tiempo, el lugar devino en un clásico bodegón porteño hasta evolucionar en lo que es hoy: un restaurante especializado en carne a las brasas que ofrece buena variedad de platos en su carta con clara especialidad en la parrilla .
Uno puede vivir tres lindas propuestas al llegar al lugar y elegís dónde sentarte. Se puede optar por una mesita en la vereda, un rincón en el fresco jardín o un espacio íntimo en el salón principal.
Luego, al abrir la carta para decidir qué comer, llega la sorpresa al descubrir que el menú ha sido diseñado cuidadosamente por el reconocido chef Darío Gualtieri (Hotel Llao Llao, Hotel Hyatt, Amarra).
La atención, factor fundamental de una buena experiencia gastronómica fue muy buena. Sebastian el mozo que nos tocó en suerte, con una celeridad poco común se dispuso a brindarnos un servicio de primera como solo los mozos de oficio saben dar.
La calidad de la carne realmente era muy buena y eso es clave para los amantes del buen asado. El secreto: para el proceso de cocción se utiliza quebracho blanco, espinillo y carbón vegetal, que le añaden un toque ahumado único. Las ensaladas abundantes, frescas y bien sazonadas son la pareja perfecta para completar la experiencia.
Buen vino
Un capítulo aparte merece la amplia carta de vinos, aunque sus precios están más bien apuntados al público extranjero que al nacional hay que reconocerle la variedad de opciones. Jonathan el sommelier del lugar, en un portuńol que le dá una nota de color, ayuda a desmenuzar y conocer dando valorados consejos.
La experiencia se completa con clásicas opciones de postres e infusiones que otorgan un cierre ideal a un buen momento gourmet.
Dirección: Gurruchaga 1406, Palermo, Buenos Aires.
La consigna era clara en mi grupo de lectura “Las Ateneas”. Debíamos leer el libro Okasan de Mori Ponsowy y luego iríamos todas juntas a ver la obra al teatro Picadero protagonizada por Carola Reyna.
El libro
El libro tiene no más de 150 páginas. De lectura sencilla y delicada. La narradora viaja por primera vez a Japón para visitar a su único hijo, quien se ha ido a vivir a ese lejano país gracias a una beca de estudio.
El viaje no sólo es un recorrido hacia una cultura tan distinta y sorprendente como la japonesa de la que sabemos poco y deberíamos aprender mucho. Es un viaje interior de reconversión de una madre de niños a una madre de adultos. De reconección con uno mismo, con quien se es más allá de a quién se cría. Es además el descubrimiento de su propio hijo, ahora un adulto independiente que ha armado su vida en otro lugar, en otra dimensión.
Si estás en etapa de nido vacío o semi vació con hijos jóvenes aunque estén en tu casa es imposible no sentirse identificada. Si además te pasa como cada vez es más común que tienes un hijo viviendo en el exterior se te hace aún más carne la lectura.
El libro se puede comprar online en Mercado Libre y es un regalo ideal para cualquier madre en ese estadío.
El teatro
El programa era un «programón», 12 mujeres unidas por la pasión de la lectura y fascinadas por hacer programas que nos llenen el alma. El teatro Picadero al que al menos yo no iba hace décadas me sorprendió por su callecita peatonal y por su puesta en valor con ese edificio tan antiguo preservado y esa barra en el medio que invita a pasar desde que ingresas, un buen momento.
En el viaje de ida nos preguntábamos cómo sería la obra. Sin duda pensé que sería un monólogo, un unipersonal, no me lo imaginaba de otra forma.
Carola Reyna en el papel de la madre, sorprende sosteniendo una hora y media de obra, sola en el escenario con una gran capacidad artística. Con numerosos recursos que sólo una actriz de oficio puede aprovechar. Cada elemento, por sencillo que parezca, lo utiliza con maestría para darle ritmo y cambios de ritmo a la obra. Su voz, sus expresiones y su postura escénica nos permiten viajar, reír, emocionarnos y también llorar al compás del relato de Okasan.
La yapa de esta noche. En la platea está su hijo que vive en España y que por primera vez viene a ver la obra. Ella saluda al público. Pega dos saltitos cual niña emocionada y baja a la platea a fundirse en un abrazo eterno con él.
Casa Lucía es parte de la cadena Único Hotels que desembarcó en Argentina con una propuesta de Lujo en la calle Arroyo. El Lobby del hotel invita a ser disfrutado con un amplio techo vidriado y sus propuestas gastronómicas sellan la experiencia.
La calle Arroyo está cada vez más linda, desde que ampliaron sus veredas y se acompañó su recorrido ondeante con bares y restaurantes que se sumaron a la gran oferta de galería de artes es sin duda una joya en medio de la ciudad. A este contexto Casa Lucía logra ponerle el sello de calidad ideal para los viajeros exigentes.
Edificio emblemático
El nuevo hotel está ubicado en el edificio Bencich, también conocido como la torre Mihanovich, porque la mandó a construir el empresario naviero Nicolás Mihanovich en 1925 y fue inaugurado cuatro años después. A los pocos meses de su finalización, Mihanovich murió y los hermanos Bencich, dueños de la constructora que había levantado la torre, terminaron comprando el inmueble.
Durante más de 70 años, el edificio funcionó como una torre de viviendas, hasta que a fines de los ‘90 el grupo francés Accor llegó a un acuerdo con la familia Bencich para reciclar la torre en un hotel de lujo.
En 2002 se concretó la inauguración del hotel Sofitel Arroyo, que funcionó como un cinco estrellas hasta fines de 2017, cuando venció el contrato de alquiler que tenía Accor con la familia argentina. Un año después llegó la pandemia y la torre permaneció cerrada.
El bar y el restaurante
El hotel cuenta con una gran barra en el lobby del hotel y Le Bacan bar dignos de ser disfrutados ya sea para tomarse un respiro de la rutina, entablar relaciones en reuniones de trabajo o simplemente gozar de un buen momento.
Con una atención acorde a la calidad del hotel y una carta variada para disfrutar los principales placeres de la gastronomía argentina y una amplia cava, el restaurante La Cantina cuenta con todo lo esencial para pasar un gran momento de placer o trabajo. Un ambiente íntimo y acogedor que invita a deleitarte con los auténticos sabores locales argentinos en cada bocado, mediante una cuidadosa selección de platos elaborados con ingredientes frescos y de alta calidad.
El pasado viernes 15 de marzo en el restaurante Mustang Meat Market, Be Connection y la relacionista pública del lugar convocaron a 15 mujeres, entre las que tuve el gusto de estar, para debatir sobre la actividad que realizan en redes sociales.
“La idea es juntar influencers/micro-influencers de la zona de Nordelta, mujeres con cuentas activas en redes, para charlar en el mes de la mujer, sobre hacia dónde vamos, cómo podemos aportar cada una desde lo suyo para que las redes sean más reales, genuinas, amables”, detallo Rosa Alamo..
Mientras disfrutamos de un rico almuerzo fuimos presentándonos y contando algunas cuestiones que sentimos, vivimos de cara a estar activos en redes sociales.
Una de las más activas y con más trayectoria en las redes sociales dentro de las que estábamos allí era Belu Moroni conocida por su Warmi Store y la feria que creo Warmichella. Dijo algo que fue sintético y claro: “Debemos evitar el EGOsistema para convertirnos en un ECOsistema”.
Sin duda el Ego es un factor importante que entra en juego entre todos los que exponemos nuestras vidas, actividades o pensamientos en las redes sociales. Y cuando el ego se apodera de uno, se es menos uno y más lo que uno quiere reflejar y ahí entran a jugar los filtros, las puestas en escena de un mundo ideal, una casa perfecta, unos niños ideales y todo lo que mostramos parece inverosímil.
Poco a poco se pierde con ello credibilidad o se aleja al otro desde lo aspiracional. Pues es casi imposible sentir empatía con tanta perfección.
El otro punto clave que se resaltó es el logro del equilibrio entre la exposición en las redes y el entorno de afectos y familia. Es difícil a veces ser invitada a un restaurante y querer disfrutar en pareja y tener que frenar cada bocado para sacar la foto perfecta.
O los hijos, en mi caso tengo hijos grandes y son tus más duros jueces: que si dijiste, que si estás horrible en la foto, que qué vergüenza lo que hiciste….Son parte de las cosas que te frenan y te enfrían las ganas de hacer más-
A veces pienso en las mamás influencers que exponen todo el tiempo a los niños…¿qué opinarán ellos cuando sean autónomos?.
También están los años, ser influencer, cubrir un evento, y ponerte los anteojos para escribir una historia…Uf!!! es duro!! Se va todo el glamour y se enfría el momento, pero bueno, es parte de las reglas del paso del tiempo.
Muchos se copan y quieren ser influencers porque reciben regalos e invitaciones. En mi caso fui bastante mimada, viajes increíbles, regalos super lindos y eventos especiales muy divertidos. Desde que empecé hasta la pandemia estaba a full. Una agenda intensa de viajes y actividades.
En mi caso la pandemia enfrió el juego, me conecté mucho con mi interior y pude frenar mucho acelere que tenía acumulado de décadas.
Pero en los regalos y compromisos también está el lado B en donde te piden que hagas de todo por un paquete de galletitas o un detergente para lavar la ropa. Como si esto fuera un juego y no. Es tiempo. y el tiempo es lo que más vale.
En mi caso, y muchos coincidieron, el tiempo es uno de los valores más grandes que tengo. Y si lo pierdo es lo único que no he de recuperar. Por ende elijo hacer sólo aquello que me hace feliz.
Para cerrar dejo algunos de los puntos que resalto de esta conversación que salieron en la charla:
Generar comunidad con los seguidores, ver cómo se sienten relacionados a uno es gratificante.
Lo importante es conectar desde lo genuino, ya sea un saber, un compartir un hobby, enseñar o nutrir de compañía.
Estar siempre activos es cansador, es demasiado esfuerzo.
Se reciben pocos comentarios negativos, y a veces de ellos surgen grandes ideas.
Mucha exposición puede agotarse y uno necesita escaparse.
Estar es un medio para generar negocios.
Para que sea sostenible hay que disfrutar lo que uno hace.
Es importante el impacto que tiene la exposición de uno en los seres queridos: pareja e hijos, a veces por estar activos en las redes se resienten momentos familiares.
Muchas veces no todo lo que brilla es oro, a la hora de analizar si es económicamente viable, muchos perfiles son sólo un hobbie.
Seguirle el ritmo a todas las novedades y redes sociales que aparecen es complejo.
Pagar para que te sigan está cuestionado. Pagar para hacer negocios es hoy inevitable,
Es un tema que da para muchas charlas y en mi caso que tengo muchos sombreros…el de Editora de Revista Locally, el de micro super micro influencer en @viaja2net, el de personalización de la marca en @delBAZAR y el de socia de agencia de estrategia de marketing digital en Way2net conozco muchas de las caras de esta moneda y sin duda no es sencillo ni ser, ni crear una marca, ni trabajar con los mejores influencers para una marca.
Hoy siguen vigentes y son parte de el ecosistema digital, espero siempre que podamos aportar algo más que buenos momentos o buenos datos desde cada cosa que hacemos.
Costa oeste de Florida, destino de playas.
Viajar a Miami es un destino más que común para muchos argentinos. Visitar Orlando y los parques de Disney es otro de los puntos elegidos a la hora de pisar Florida en Estados Unidos. Sin embargo, Florida tiene mucho más para dar y es por esto que en este viaje optamos por realizar un recorrido en auto por parte de la costa oeste.
Nuestro recorrido duró unos cinco días y lo hicimos a principios de septiembre, el fin del verano en la zona por lo que se podía apreciar la calma luego de los tormentosos meses de veraneantes.
Día 1 – Lovers Key
Inicialmente pensábamos avanzar desde Naples, ubicada en dicha costa justo a la misma altura que Fort Lauderdale y de allí ir hacia el norte. Pero el inicio de esta escapada de cinco días coincidió con mi fecha de cumpleaños y me organizar el festejo en Lovers Key que queda aproximadamente una hora más al norte.
Esta playa está emplazada dentro de un parque estatal y al llegar uno encuentra un estacionamiento, un espacio de servicios y una especie de colectivo abierto que te ofrece acercarte a la playa, aunque también podes ir caminando por las pasarelas. La playa es finita al llegar pero a medida que pasan las horas la marea baja dejando espacio a una playa generosa. Un mar agradable y vasto que invita a fundirse en el.
Día 2 – Siesta Beach
Luego de pasar el día allí comenzamos a avanzar por la ruta 75 e hicimos noche en la zona de Estero. Esta costa es el lugar habitual de vacaciones de verano de quienes residen en Florida y cuenta con numerosos hoteles, playas y restaurantes.
Es una zona de cayos paralelos a la costa. Una playa muy conocida allí es Bonita Beach y más al norte Venice Beach. Toda esta zona está al sur de Fort Myers.
Vale la pena caminar por los pueblos como Leachs Key en donde tal como en las películas se ve la mano de la comunidad trabajando para que cada día sea un lugar más lindo. Con espacios verdes, esculturas cuidadas y puntos de encuentro para vivir en armonía.
De allí partimos a siesta Beach un lugar para quedarse a pasar la noche y comer en el centrito que tiene toda la onda y variada oferta gastronómica.Siesta key es sin duda un punto para pasar días de playa y variar un poco la opción de Miami Beach.
Respecto del alojamiento en nuestro caso fuimos recorriendo la costa y a medida que se acercaba la noche nos fuimos alojando a través de booking.com en hoteles de cadenas conocidas y calidad intermedia, solo para pasar la noche. Pero hay gran oferta tanto de casas como de hotelería de diverso tipo.
Día 3 – Anna Maria Key
El recorrido comenzó en Sarasota, en Lido Key a diferencia de Siesta que es más de casas y más verde, Lido key es una zona más de edificios con vista al mar. Cabe aclarar que en todas las playas los accesos son buenos al igual que los estacionamientos. También se cuenta con baños, duchas y todo lo necesario para que sea confortable.
Avanzando en el camino nos topamos con el Parque Joan M. Durante en donde aprovechamos a caminar un poco, conocer la flora del lugar e incluso presentarnos ante una familia de mapaches.
Las siguientes playas son Bradenton Beach en donde paramos a ver el puente levadizo y aprovechamos para almorzar en un bar en la playa. Lo pintoresco de este lugar es que las casas están en su mayoría pintadas de colores pasteles: rosa, celeste, amarillo y verde agua.
Pasamos por Coquina Beach para llegar a lo que para mi fue el lugar más lindo para quedarme y donde algún día espero volver: Anna María Key un pueblo de playa que invita a estar en ojotas y traje de baño, caminar por la playa y disfrutar de hipnotizarse con el mar.
Hay una playa pública y un muelle para recorrer pero lo más lindo está escondido. La punta norte de la isla a la que se accede por senderos entre casas privadas. Una playa de arena talco y un mar vasto de caracoles y digno de una escena romántica.
Es un lugar para alquilar una casa y vivir tranquilo unas vacaciones de playa únicas.
Día 4 – Clearwater – Tarpon Spring
Más al norte se encuentra la ciudad de St. Petersburg, zona que pasamos más de largo en nuestro caso pero que merece la pena recorrer también por sus playas. En St. Pete Beach hay hoteles y espacios lindos para pasar días de sol. Algunas paradas en el camino: Treasure island, Sand Key park y Broken island.
Para los que prefieren los mega hoteles en frente de la playa sin duda Clearwater es su destino. Una ciudad de veraneo con todo lo que ello requiere. Su famoso muelle el Pier 60 es el punto neurálgico.
Nosotros teníamos un último destino previsto para este día: Tarpon Springs un lugar en donde la comunidad griega se instaló y creó una zona sobre el puerto en donde se escucha música y voces en griego, los carteles están en su lengua y la gastronomía por supuesto también.
La actividad principal es la pesca de esponja y si uno llega a media mañana verá los barcos descargar el fruto del trabajo del día y luego podrá disfrutar de una caminata por las pocas calles que la componen para almorzar en alguna de las opciones disponibles. Nosotros elegimos la comida al paso para luego emprender ya la vuelta de este recorrido que nos dejó más enamorados, más felices y más descansados a pesar del “road trip”.
Día 5 – Cruce a costa Oeste
En nuestro caso la vuelta hicimos el cruce hacia el este para conocer St. Augustine alojados allí una noche y volvimos ya solo parando en Daytona. St. Augustine lo dejo para una nota dedicada a ella.
All Inclusive en Brasil, Praia do Forte
Por: @viaja2net
Debo confesar que no tenía mucha experiencia en All inclusive, siempre fui defensora de ser viajera, definiendo este término como quien va armando su viaje a medida, con cada detalle. Sin embargo el pasado mayo tuve la oportunidad de viajar por segunda vez a un all inclusive luego de 25 años de aquella primera vez y le encontré enormes ventajas.
El destino elegido fue el Iberostar de Praia do Forte en Brasil. En este caso fue un viaje de amigas que queríamos tener todo resuelto y dedicarnos a disfrutar. Volamos por Aerolíneas Argentinas hacia Bahía y de allí fuimos en remise, unos 60 km de recorrido hasta el hotel.
Qué lindos son los viajes de amigas, confidencias, charlas eternas, fotos miles, bailar con el secador, intercambiar cremas, planear más viajes como si nada más existiera, volver a sentirse jóven y hacer pavadas que nos hacen reír hasta el límite de nuestra continencia.
Llegamos y lo primero que hicimos luego de recibir nuestras habitaciones, fue coordinar con el sector de gastronomía, qué restaurantes íbamos a visitar, la propuesta incluía gastronomía de francia, italia, de asia, mexicano y un buffet variado internacional. Dentro de las noches que estuvimos (siete) podiamos elegir 3 restaurantes y el resto ir al buffet principal.
El lugar es muy amplio y cuenta con todo lo necesario: esparcimiento, bares, negocios, cafecito. Depende de qué tipo de viaje realices es donde te conviene estar. Son unas 5 piletas rodeadas de edificios de hasta 3 pisos con habitaciones. Una de las piletas tiene en una parte toda la zona de juegos de niños y el espacio de guardería y actividades infantiles y en otra zona se realizan las fiestas y actividades de baile en el agua
All Inclusive en Brasil, Praia do Forte
En otras zonas de las piletas se puede plantear una estancia más tranquila e incluso hay una zona de piletas de acceso único para adultos. Se paga un valor adicional por estar en dicho sector.
Una propuesta para cada tipo de viaje
En síntesis Iberostar Praia de Forte tiene propuestas y es ideal ya sea para un viaje en familia con niños, un viaje en pareja o un viaje de amigos. Entre los días de semana suele ser más tranquilo mientras que los fines de semana se nota un afluente de huéspedes de Brasil que van a pasar el fin de semana.
Se podía ver varias familias de tres generaciones, abuelos, hijos y nietos disfrutando juntos de cada propuesta con la que cuenta el complejo.
All Inclusive en Brasil, Praia do Forte
En nuestro caso solíamos disfrutar de toda la mañana en la playa para, pasado el mediodía ir a almorzar y luego disfrutar la tarde en las piletas. En esta época del año a las cinco y media de la tarde ya se va haciendo de noche por lo que es fundamental disfrutar desde temprano.
All Inclusive en Brasil, Praia do Forte
Luego de ese horario pasábamos por algún bar o café del hotel y, luego de descansar en la habitación un rato, nos preparábamos para ir a alguno de los shows de la noche y a comer al restaurante elegido o al buffet del hotel. Alguna noche hasta fuimos a bailar un rato al “boliche” pequeño con el que cuenta el lugar.
Para los que quieren disfrutar de un momento de spa la propuesta es muy variada y no está incluida en el paquete. Se elige y paga aparte. Hay puestos de masajes en diversos lugares del complejo y un centro de bienestar muy completo.
All Inclusive en Brasil, Praia do Forte
Otras actividades en la zona
Hay varias propuestas para recorrer. Un imperdible es una tarde ir a conocer el centro de Praia do Forte, nosotras fuimos en taxi y visitamos esa calle céntrica con bares, negocios y una iglesia muy linda para visitar.
Otro día que llovía aprovechamos y fuimos con un auto con chofer que nos llevó a los puntos turísticos de Bahía: la iglesia Nuestra Señora del bomfim con todas sus cintas de colores atadas como ofrendas, el elevador, y la famosa zona del Pelourinho que es el barrio antiguo de Salvador, declarado Patrimonio de la Humanidad. Sus calles empedradas están llenas de sitios históricos, arquitectura colonial, museos, restaurantes, bares, hoteles, músicos y capoeira.
All Inclusive en Brasil, Praia do Forte
A la vuelta pasamos por un shopping outlet que había en el camino del hotel a la ciudad.
En el hotel también te ofrecen ir a ver la reserva de tortugas o hacer un recorrido en monopatín eléctrico también hacia el centrito de la ciudad.
Pros y Cons de este All inclusive
El complejo está ubicado en una reserva natural en donde se puede conocer la estación de vigilancia de tortugas marinas en peligro de extinción. Cuenta con una oferta de 6 restaurantes y 5 bares. Además el lugar permite disfrutar de 5 piscinas, un spa y una costa de playa a la que se accede caminando pocos metros desde las habitaciones.
Iberostar cuenta con dos complejos hoteleros en la zona, el otro es el Iberostar Bahía al que se puede visitar yendo en carrito de golf.
Es destacable la calidad de atención, el mantenimiento y limpieza de todos los sectores y la enorme variedad gastronómica que ofrece el hotel La calidad de las bebidas en los bares es muy buena.
All Inclusive en Brasil, Praia do Forte
Una cosa que notamos que realmente no es buena es el vino incluido. La opción es vino Uvita argentino, un vino realmente de baja calidad para el nivel medio que tiene todo el resto de la oferta.
La opción es comprar vino de la carta pero la propuesta tiene un costo alto. Sería más coherente contar con un vino sencillo incluido, pero de una calidad aceptable y acorde a lo que es el all inclusive.
Dentro de la oferta de restaurantes todos fueron muy buenos a excepción del restaurante de comida asiático cuya calidad nos pareció que podría mejorarse ampliamente, tanto en atención como en la carta.
Búzios estaba dentro de mi lista de destinos hace rato. Será porque cuando era adolescente escuchaba que mucha gente se iba allí de luna de miel que la tenía rondando en mi cabeza y la asociaba con un destino de relax y romanticismo. Y puedo decir que así fue: un lugar donde todo invita a disfrutar y a vivir sencillo en un entorno natural de paisajes ideal para ello.
Reconozco que como alma viajera independiente me gusta organizar todo por mi cuenta, investigo mucho antes de ir a cada destino y me gusta conocer su contexto, historia y repasar qué es lo que no me puedo perder así que en estas letras les dejo lo que aprendí y viví para tentarlos a que vayan pronto a conocerlo si aún no han ido.
Este viaje se dio gracias a una oferta de vuelos de Flybondi que recibí casi 6 meses antes de que viajé. Por lo general chusmeo y nunca me coinciden los precios de promo con una ida y una vuelta razonables pero esta vez ¡Bingo! No sólo coincidía sino que además en un fin de semana largo como fue el del 1 de mayo.
Más cerca de la fecha empecé mi búsqueda de alojamiento enbooking.com que suelo usarlo, la verdad es que me costó bastante entender cuál era la mejor zona para alojarse. Además hay que tener en cuenta que aunque en el mapa se vea una isla, Búzios como muchos otros lados de Brasil, tiene mucho morro por lo que podría parecer que el hotel está pegado a la playa pero luego hay que subir y bajar alturas complejas.
Me suele pasar con Brasil que cuando llego a las ciudades, tengo sentimientos encontrados, la mezcla de pobreza, poca planificación urbanística y un poco de descuido general versus la alegría de ver paisajes espectaculares, playas de aguas cristalinas, arenas blancas y la promesa de una caipirinha que perdonan todo lo otro.
Búzios no fue la excepción, mi primera impresión fue…no sé si me podré relajar acá. Otra cosa que pasa mucho en estos lugares de Brasil es que o vas a un alojamiento muy bueno (y costoso) y todo es espectacular, o el punto medio puede llegar a ser medio avejentado y un poco básico en sus prestaciones. Lo bueno es que por lo general la atención y el servicio en todos lados de Brasil suele ser excelente. El turismo es muy importante para destinos como Buzios y claramente lo cuidan.
Nuestra escapada incluyó 5 noches en Buzios. Llegamos un jueves a la noche, tarde, luego de volar de Buenos Aires a Río y de allí alquilamos un auto y manejamos hasta Buzios. Pasamos 4 días completos allí y el martes partimos a Río para tomar el vuelo de regreso muy temprano el miércoles..
Auto en Buzios: si o no
Nos gusta la libertad de tener auto pero en Buzios no es necesario, aunque sí es útil para recorrer todas las playas. También es útil si queréis ir a hacer excursiones cercanas, nosotros fuimos a Arraial do Cabo y Cabo Frío por ejemplo.
Buzios es conocido por sus Buggie unos autos pequeños por lo general sin techo, que son pintorescos para alquilarlos por el día y hacer el recorrido de la isla.
En el caso de querer ir a otras zonas todos los hoteles ofrecen las excursiones con traslados incluidos.
Y para moverse en la isla también hay un transfer que la recorre en varios horarios y posee muchas paradas. Aunque también es posible recorrer caminando, depende mucho de dónde te hayas alojado.
Las playas de Buzios
Buzios es una isla. Una de sus playas más bonitas es Joao Fernandez ubicada en la punta: una bahía rodeada de morros con aguas transparentes y un espacio de corales para practicar buceo o snorckel. El contexto natural es lindísimo. La invasión humana la afecta un poco: muchas boyas y ruedas flotando para alquilar, sombrillas y sillas de varios colores invitando a instalarse ahí y muchas personas buscando alquilártelos o vender lo que sea. Al principio uno pide aire, luego te acostumbras y entras en el juego del regateo.
Si tenéis la posibilidad en varios lugares, sólo por consumir en la playa, podés utilizar la sombrilla y las reposeras todo el día disfrutando de una caipirinha con unas rabas en primera fila de playa.
Otra opción de playa muy pequeña y muy repleta de gente es Azeda, el acceso es un poco más empinado pero vale la pena conocerla, y si es día de viento más aún porque está bien reparada.
En esas dos playas nosotros disfrutamos y pasamos un día en cada una.
Otro día fuimos a recorrer el resto de las playas de Búzios, comenzamos por playa brava que sólo la miramos, seguimos a Playa Forno, una playa de arenas rojas metida en un pequeño estuario y rodeada de naturaleza que nos gustó mucho. Allí nos quedamos a disfrutar la mañana.
Al mediodía partimos hacia Ferradura, una playa demasiado finita para mi gusto, emplazada en una bahía grande y rodeada de casas privadas. A mi no me gustó porque le robaron casi todo el entorno natural a esa bahía, casi no se ve verde alrededor.
A la tarde pasamos por Geribá que es la única playa con olas y bien ancha. Luego fuimos a la playa Tartaruga que es.más agreste y más abierta y con un poco de piedras. Es un lugar en donde habríamos podido quedarnos más pero ya nos agarró medio cansados.
Qué hacer en Buzios
Les recomiendo calzado bien cómodo y buena predisposición para caminar. Es lindo recorrer las playas por supuesto, pero también es muy lindo disfrutar de Rua das pedras, una calle con vista al mar, zona de barcos amarrados y un atardecer de película en donde vas a encontrar una oferta gastronómica muy variada.
Recomendamos especialmente el Bar do Ze para comer ricos pescados y mariscos , Maria Italiana pastas y pizzas. Las dos opciones son de lo mejor de la gastronomía de Búzios pero ojo que no son para todos los bolsillos. La tercera con un costo un poco más promedio es O barco, no es tan ambientado pero se come muy bien.
Como les conté antes hay una excursión desde Búzios hacia Arraial do cabo en donde te embarcas por el día en una especie de barco medio pirata con bar incluido y recorres distintas playa, la gruta azul, la cara del gorila y la hendidura de Nuestra Señora.
Hay muchas empresas que dan este servicio, nosotros lo hicimos con una que se llamaba Primeira Classe, lo contratamos online y todo salió como esperábamos.
viaja2net en arraial do cabo
Buceo, Snorkel, kayak o paddle son las actividades elegidas para realizar. Alguna de ellas recomendamos sin duda. Nosotros hicimos snorkel en Joao Fernandez donde podes ver una barrera de corales y una serie de esculturas hundidas. Es muy lindo y el costo es súper lógico.
Ver la escultura de Brigitte Bardot en Rua das Pedras es también un must de esta escapada. Gracias a ella Buzios tomó renombre internacional luego de una visita que la actriz realizó con un novio brasilero que tenía en aquel entonces.
Donde hospedarse en Búzios
Una zona sería la punta norte de la isla donde está la playa de Joao Fernandez y la calle homónima. De esa calle mirando el mapa hacia la derecha tienes una zona de posadas muy lindas y varias tienen vista lejana al mar. Lo bueno es que estás cerca de esa playa que es una de las más lindas de Búzios.
Hacia la izquierda hay varios hoteles, entre los que está el Rio Buzios Beach hotel que es al que fuimos, que casi no tienen vista al mar (Va, la tienen pero de costado casi como robada porque están emplazados en el morro.) Al principio me pareció medio sencillo pero luego me acomodé y cumplió muy bien su función, con muy buen desayuno y una excelente ubicación para disfrutar de la playa de día y caminar hacia la zona de restaurantes y negocios por la tarde.
Una opción muy linda son los hoteles boutique ubicados en Rua das Pedras como Casas Brancas. Esos sí que tienen una vista soñada.
Por último hay quienes eligen la opción de alquilar casa ya que la oferta es muy variada.
Sin duda un destino para disfrutar en pareja o con amigos sobre todo. No se si sería el lugar que elegiría con niños pequeños. Pero sin duda un lugar que volvería a disfrutar.
Conjugar el placer de disfrutar y descansar en el mejor lugar, con excepcional diseño arquitectónico, armonía decorativa y la sensibilidad artística es el gran logro de Vik Retreats, las propiedades de lujo reconocidas mundialmente por deslumbrar con obras de arte y diseño de vanguardia. Todo en armonía con el medio ambiente.
La experiencia Vik se reconoce al llegar a las propiedades, donde uno se siente un invitado y no un huésped. No hay nada que esté sistematizado, cada ambiente es único, cada habitación es especial y está decorada de manera exclusiva con su propia estética y con un artista de referencia en cada espacio. Y así te hacen sentir como huésped.
Pero vamos por el principio. Este viaje comenzó en El Palomar, en donde volamos a través de la aerolínea Low Cost Fly Bondi que cuenta en temporada con vuelos a Punta del Este. El vuelo y el servicio fueron súper correctos. Lo único que hay que aprender es a elegir qué servicios se requieren al momento de sacar el pasaje. Puede que sólo quieras el asiento, o bien debas ir eligiendo si llevas un equipaje de cabina, o agregas una valija a despachar. Uno puede customizar el vuelo con lo necesario.
Uruguay nos recibió tan linda como siempre con la diversidad de propuestas que siempre tiene para sorprender a sus visitantes. Allí, Vik Retreats está conformado por Estancia Vik José Ignacio -inaugurada en febrero de 2009-, Playa Vik José Ignacio -desde diciembre de 2010-, Bahía Vik José Ignacio y, el restaurante y club de playa La Susana –que datan noviembre del 2014-.
Cada una de las propiedades de Vik Retreats fue imaginada, diseñada y construida por Alex y Carrie Vik. Estancia Vik evoca el estilo colonial español en las colinas de José Ignacio, Playa Vik personifica el diseño avant-garde y, Bahía Vik refleja el estilo de vida de playa contemporáneo. Las tres propiedades trabajan en conjunto, ofreciendo dos experiencias de playa. La yuxtaposición de paisajes fue la inspiración que dio lugar a estas propiedades, permitiendo a los huéspedes experimentar la increíble diversidad de Uruguay.
Nuestro primer acercamiento con el mundo Vik fue un espectacular almuerzo en La Susana
Siendo huésped de cualquiera de las propiedades Vik uno puede pasar el día disfrutando de la playa desde el lounge mientras saboreas una Caipiroska Christiania o dar un paseo hasta el tranquilo bar de playa o el restaurante para disfrutar de un delicioso y relajado almuerzo con pesca del día, carnes, sushi y verduras de producción local. Además uno puede completar la experiencia combinando las comidas con vinos VIK, elaborados en sus viñedos de Chile.
Bahia Vik:
En este recorrido nos tocó alojarnos en Bahia Vik. Una propiedad que a medida que la íbamos conociendo nos dejaba perplejos. Además de su inmejorable ubicación en “La Juanita”, sobre la Playa Mansa, en donde está rodeada de cuatro hectáreas de dunas y playa. Lo que más sorprende de esta propiedad es sin duda su arquitectura resultado de la colaboración entre los propietarios y el Arquitecto Marcelo Daglio.
Bahia Vik José Ignacio constituye la visión de un retreat natural y contemporáneo que combina un paisaje de extensas playas con las dunas naturales. Un fluir relajado entre el interior y el exterior, inspirado en el arte y el lujo Vik. Los huéspedes viven en las dunas de Playa Mansa, incorporando el espíritu de José Ignacio. Al despertar pueden pasar desde su cama a la terraza, y de allí a la playa para comenzar la mañana nadando en el mar.
Recreando las características de su coqueta ubicación, Bahia Vik José Ignacio posee once bungalows exclusivamente diseñados, emplazados en las playas de dunas, con un edificio central alrededor del cual gira la vida del retreat. Este edificio principal, construido en hermosa piedra gris uruguaya, se define por una arquitectura abierta y espacios que fluyen, propiciando la convivencia.
A un lado de la entrada, se encuentra un sector de juegos que conduce a un gimnasio completamente equipado y un spa y, al otro lado, una pequeña boutique que ofrece una selección de artículos curados por Vik como obras de arte uruguayo y artesanías. Cruzando el soleado jardín, se encuentra un gran living room doble y comedor con vista a cuatro profundas piscinas espejo construidas en increíble piedra oscura enclavadas en las dunas de la playa, rodeadas de áreas de estar y áreas de comedor al aire libre. El edificio principal cuenta con diez amplias y exclusivas suites, todas con terraza privada y la mayoría de ellas con amplias vistas que abarcan las dunas, la playa y el océano.
Entre el edificio principal de Bahia Vik y su colección de bungalows de playa hay 41 habitaciones. Los bungalows privados tienen entre dos, tres, cuatro y cinco suites. Lo que los hace únicos es que cada uno está construida tomando un elemento como eje: Madera, Piedra, Titanio, Vidrio entre otras. Y cada una está decorada de manera exclusiva y coronada por obras de un artista en particular elegido de forma curada, según la inspiración que otorga cada casa.
A mi me tocó vivenciar el estar en una casa de cristal. Fue el sueño de sentirme tan especial como para merecer ser guardada allí. La casa sólo separada del mar por el médano invita a sentarse y meditar en el deck, correr por la duna y zambullirse al mar, para volver a disfrutar de un exquisito baño en la moderna bañera o en la ducha enorme que posee. Las dunas naturales cubiertas por pastos que se balancean con la brisa del mar y otra vegetación local separan a los bungalows entre sí, otorgando privacidad a los huéspedes.
Estancia Vik
Siendo huésped en cualquiera de los retreats uno puede disfrutar de las instalaciones y particularidades de cualquiera de los otros. Es así que una tarde la pasamos en Estancia Vik, disfrutando del campo. Realizamos una cabalgata en donde quienes se ocupan de los caballos nos esperaron con todo listo en unas caballerizas que también tienen detalles que atrapan. Pudimos recorrer sus tierras, su pequeña capilla donde se celebran casamientos y los distintos espacios con los que cuenta.
Como un homenaje al Uruguay, rebosante de arte, esta estancia de estilo colonial y a la vez tradicional emplazada sobre un área de 1600 hectáreas de pasturas de campo, a una distancia de ocho kilómetros de la vida de playa de José Ignacio. Estancia Vik José Ignacio posee un total de 12 lujosas suites con patios internos al aire libre, galerías cubiertas y un huerto que se encuentra en el interior de la construcción, más varios salones/espacios para reuniones y opciones gastronómicas.
Si bien hay muchas cosas por destacar de este lugar llama la atención el concepto de estancia, y en ningún momento te sentís en un hotel, sino en tu casa. Entre sus atractivos además del arte uno puede disfrutar de la piscina de granito negro uruguayo Absolut Nero posee un mapa del cielo del Hemisferio Sur creado con diminutos puntos de luces de fibra óptica en el fondo de la piscina. Otro espacio único es la cava subterránea en donde se puede apreciar toda la variedad de vinos de la familia Vik.
A la noche disfrutamos de un gran asado al asador en uno de los patios internos del lugar que fue variado, y se vivió en un clima de completa sinergia con el entorno. Las familias que allí se alojan pueden hacer uso de su piscina externa climatizada, gimnasio y spa, cancha privada de polo, canchas de tenis de césped, green para práctica de golf, sala de juegos, mesa de pool, y mesa de ping pong. Se realizan cabalgatas, salidas en bicicletas, caminatas, paintball y kayaks en la laguna de José Ignacio. Los huéspedes de Estancia Vik están invitados a disfrutar del club de playa de Bahía Vik y sus servicios durante los meses de diciembre a marzo.
Playa Vik
Para despedirnos el último día disfrutamos de una parrillada de mar en Playa Vik la tercer propiedad en donde uno puede alojarse. Si bien también está ubicada en “La Juanita”, sobre la Playa Mansa, está en el centro de José Ignacio.
Lo que más sorprende de esta propiedad es sin duda su arquitectura resultado de la colaboración entre los propietarios y el mundialmente famoso arquitecto Carlos Ott.
El Retreat de playa estilo avant-garde destaca un imponente edificio escultura central que es el corazón del complejo, y ostenta una importante colección de arte contemporáneo internacional y uruguayo a lo largo de sus diferentes espacios.
La fachada inclinada de 76 metros posee una inmensa pared corrediza de vidrio que permite a los huéspedes disfrutar las majestuosas vistas de la vibrante costa uruguaya. La entrada al edificio “Escultura” es a través de un frente vidriado -de dos pisos-, curvo e inclinado con una monumental puerta en bronce trabajado, creación del famoso artista uruguayo Pablo Atchugarry como una moderna interpretación de las legendarias puertas del Baptisterio de Florencia de Ghiberti.
Las paredes laterales y techo del edificio están realizados en paneles de doble titanio curvado, y los pisos de exquisita madera nativa de la Patagonia se extienden por todo el interior y exterior, desdibujando los límites entre el adentro y el afuera, ya que el piso del living se prolonga hacia la terraza con la piscina. El edificio “Escultura” central incluye espacios comunes como el living y comedor, una biblioteca, tres suites y la cocina de diseño italiano de Strato Cucine. Ni te das cuenta que es un hotel. Es como estar en tu casa.
El edificio principal de Playa Vik está rodeado por seis pequeñas casas de playa compuestas por dos o tres dormitorios y jardín privado. Cada casa posee un hogar a leña, y tiene un diseño exclusivo y distinto con obras de arte que decoran los interiores. El área debajo de las casas fue excavada para crear un espacio adicional que alberga sala de juegos, gimnasio y spa con dos salas de tratamiento. Este espacio incluye un comedor interior con enormes ventanales con vistas a Playa Mansa y al área de parrilla al aire libre.
La terraza descubierta está ubicada junto a la playa; la parrilla, síntesis de la comida informal uruguaya, puede albergar desde dos hasta sesenta huéspedes.
El diseño está orientado hacia la reducción de la necesidad de uso de la electricidad mediante la maximización de recursos naturales para calefacción, refrigeración, ventilación y riego. La propiedad funciona de manera amigable con el entorno gracias a la utilización de recursos naturales como la energía solar, tecnologías solares innovadoras, sistemas inteligentes de recolección de energía solar, así como recolección y reutilización de agua. La calefacción se realiza mediante calefactores radiantes generada por tubos solares. Los hogares a leña proveen calefacción y ambientación adicional cuando es necesario.
Un capítulo aparte merecen la decoración y el arte que van de la mano. Playa Vik ostenta una importante colección de obras de arte de artistas líderes internacionales y uruguayos, pertenecientes a la colección privada de los propietarios. El arte y el diseño juegan un papel primordial en los espacios interiores y se encuentran presentes en todo el retreat, incluyendo trabajos de una selección sin igual de artistas contemporáneos como James Turrell, Zaha Hadid, Anselm Kiefer y Pablo Atchugarry, entre otros.