Silencio salvaje: un viaje al corazón del Iberá

Salimos de Buenos Aires antes del amanecer. El auto avanzaba hacia el noreste, cruzando rutas dormidas y pueblos que se desperezaban con los primeros rayos de sol. Atrás quedaban el ruido, las bocinas y la ansiedad urbana. Adelante, nos esperaba una travesía hacia uno de los rincones más puros del país: los Esteros del Iberá. Un viaje al territorio del agua, la fauna y el tiempo detenido.

Silencio salvaje: un viaje al corazón del Iberá

Después de unas 10 horas de ruta, con paradas para cargar nafta, estirar las piernas y dejarnos sorprender por paisajes rurales, llegamos al corazón de Corrientes. El último tramo fue el más desafiante pero sabíamos que habíamos elegido ir al lado B de los Esteros, un lugar donde no nos sentiríamos turistas sino locales. Así, entre espejos de agua y pastizales, apareció la tranquera de la Estancia San Juan de Poriahu con su escarapela de chapa, uno de los secretos mejor guardados del Iberá.

Una casa, mucha historia

Ubicada a 12 kilómetros de  la localidad de Loreto sobre la ruta nacional 118 en  Corrientes, la estancia es más que un hospedaje: es una casa viva, testigo de generaciones. Una estancia histórica que data del siglo XVII. Esta estancia jesuítica, enclavada en el corazón de los Esteros del Iberá, ofrece una experiencia auténtica que combina la historia colonial con la biodiversidad única de los humedales correntinos.

Atendida por sus dueños, Marcos nos recibe como si llegaramos a casa, nos cuenta un poco del lugar y nos invita a pasar a lo que es la casa familiar y que hoy funciona como hospedaje y allí nos dividimos los cuartos entre quienes fuimos. Este viaje fue un viaje familiar y el lugar es ideal porque éramos 3 parejas y algunos niños y jóvenes y ocupamos la casa principal y una de las casas laterales que cuenta con dos habitaciones más con sus baños..

La tierra del agua

Esteros del Iberá es uno de los humedales más grandes del planeta, y probablemente el menos explorado. Este inmenso sistema de lagunas, esteros, bañados y embalsados es el hogar de más de 4.000 especies de flora y fauna. Aquí viven carpinchos,  ciervos de los pantanos, yacarés, aguará guazú es, monos carayá, lobitos de río y más de 350 especies de aves.

En San Juan de Poriahu uno abona un valor todo incluido diario que incluye el hospedaje, las comidas y las excursiones. Allí se convive con esa fauna de forma orgánica. Las excursiones no tienen horario fijo ni formato prefabricado. Se adaptan al ritmo de la naturaleza y de los hospedados. 

La tierra del agua

Una mañana se sale en lancha para navegar por los canales del estero; otra tarde se cabalga hasta el monte nativo donde anidan los chajás. Hay caminatas guiadas, safaris fotográficos y momentos donde simplemente se observa. El espectáculo está garantizado.

Tiempo y raíz

La estancia funciona también como una cápsula del tiempo. No solo por el paisaje que permanece casi intacto, sino por la conexión con lo esencial. Las charlas se disfrutan sin pantallas de por medio. La rutina diaria está atravesada por la lógica del campo y los ciclos de la naturaleza.

Cada comida es una ceremonia: tostadas de pan de campo con dulces caseros,en el desayuno, guisos de campo, carnes de la zona, tortas fritas por la tarde. La mesa es también el lugar donde Marcos, nuestro  anfitrión  cuenta historias: de jaguares que regresan a Iberá, de científicos que pasaron por allí, de los primeros esfuerzos por preservar el ecosistema cuando nadie hablaba aún de turismo sustentable y sobre todo mucha historia.

Volver distinta

Al tercer día, mi reloj interno ya no funcionaba. Dormía con el sonido de los sapos y me despertaban las aves. Aprendí a distinguir al carpincho macho por su tamaño y al ciervo por el brillo de sus ojos. Descubrí que en el Iberá no se va simplemente a descansar: se va a desarmarse, a sacarse las capas urbanas de encima. A entender que somos uno con un todo. A reconectarnos con la esencia.

Cuando llegó el momento de partir, la sensación fue extraña: irse no era solo dejar atrás un lugar, sino salir de un estado. Volví distinta. Y con la certeza de que hay destinos en Argentina que todavía guardan magia, porque resisten la prisa y el ruido.

okasan

La consigna era clara en mi grupo de lectura “Las Ateneas”. Debíamos leer el libro Okasan de Mori Ponsowy y luego iríamos todas juntas a ver la obra al teatro Picadero protagonizada por Carola Reyna.

El libro

El libro tiene no más de 150 páginas. De lectura sencilla y delicada. La narradora viaja por primera vez a Japón para visitar a su único hijo, quien se ha ido a vivir a ese lejano país gracias a una beca de estudio.

El viaje no sólo es un recorrido hacia una cultura tan distinta y sorprendente como la japonesa de la que sabemos poco y deberíamos aprender mucho. Es un viaje interior de reconversión de una madre de niños a una madre de adultos. De reconección con uno mismo, con quien se es más allá de a quién se cría. Es además el descubrimiento de su propio hijo, ahora un adulto independiente que ha armado su vida en otro lugar, en otra dimensión.

Si estás en etapa de nido vacío o semi vació con hijos jóvenes aunque estén en tu casa es imposible no sentirse identificada. Si además te pasa como cada vez es más común que tienes un hijo viviendo en el exterior se te hace aún más carne la lectura.

El libro se puede comprar online en Mercado Libre y es un regalo ideal para cualquier madre en ese estadío.

El teatro

El programa era un «programón», 12 mujeres unidas por la pasión de la lectura y fascinadas por hacer programas que nos llenen el alma. El teatro Picadero al que al menos yo no iba hace décadas me sorprendió por su callecita peatonal y por su puesta en valor con ese edificio tan antiguo preservado y esa barra en el medio que invita a pasar desde que ingresas, un buen momento.

En el viaje de ida nos preguntábamos cómo sería la obra. Sin duda pensé que sería un monólogo, un unipersonal, no me lo imaginaba de otra forma.

Carola Reyna en el papel de la madre, sorprende sosteniendo una hora y media de obra, sola en el escenario con una gran capacidad artística. Con numerosos recursos que sólo una actriz de oficio puede aprovechar. Cada elemento, por sencillo que parezca, lo utiliza con maestría para darle ritmo y cambios de ritmo a la obra. Su voz, sus expresiones y su postura escénica nos permiten viajar, reír, emocionarnos y también llorar al compás del relato de Okasan.

okasan

La yapa de esta noche. En la platea está su hijo que vive en España y que por primera vez viene a ver la obra. Ella saluda al público. Pega dos saltitos cual niña emocionada y baja a la platea a fundirse en un abrazo eterno con él.

La obra está en cartel todos los viernes y las entradas se pueden comprar en https://www.teatropicadero.com.ar/

okasan

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casa lucía

Por @viaja2net

Casa Lucía es parte de la cadena Único Hotels que desembarcó en Argentina con una propuesta de Lujo en la calle Arroyo. El Lobby del hotel invita a ser disfrutado con un amplio techo vidriado y sus propuestas gastronómicas sellan la experiencia.

La calle Arroyo está cada vez más linda, desde que ampliaron sus veredas y se acompañó su recorrido ondeante con bares y restaurantes que se sumaron a la gran oferta de galería de artes es sin duda una joya en medio de la ciudad. A este contexto Casa Lucía logra ponerle el sello de calidad ideal para los viajeros exigentes.

casa lucia

Edificio emblemático

El nuevo hotel está ubicado en el edificio Bencich, también conocido como la torre Mihanovich, porque la mandó a construir el empresario naviero Nicolás Mihanovich en 1925 y fue inaugurado cuatro años después. A los pocos meses de su finalización, Mihanovich murió y los hermanos Bencich, dueños de la constructora que había levantado la torre, terminaron comprando el inmueble.

Durante más de 70 años, el edificio funcionó como una torre de viviendas, hasta que a fines de los ‘90 el grupo francés Accor llegó a un acuerdo con la familia Bencich para reciclar la torre en un hotel de lujo.

En 2002 se concretó la inauguración del hotel Sofitel Arroyo, que funcionó como un cinco estrellas hasta fines de 2017, cuando venció el contrato de alquiler que tenía Accor con la familia argentina. Un año después llegó la pandemia y la torre permaneció cerrada.

El bar y el restaurante

El hotel cuenta con una gran barra en el lobby del hotel y Le Bacan bar dignos de ser disfrutados ya sea para tomarse un respiro de la rutina, entablar relaciones en reuniones de trabajo o simplemente gozar de un buen momento.

casa lucia

Con una atención acorde a la calidad del hotel y una carta variada para disfrutar los principales placeres de la gastronomía argentina y una amplia cava, el restaurante La Cantina cuenta con todo lo esencial para pasar un gran momento de placer o trabajo. Un ambiente íntimo y acogedor que  invita a deleitarte con los auténticos sabores locales argentinos en cada bocado, mediante una cuidadosa selección de platos elaborados con ingredientes frescos y de alta calidad.

nuevo hotel de lujo

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Un hotel en el bosque rodeado de estepa

El Hotel Posada Los Álamos es un oasis de árboles añosos, en su mayoría álamos, claro, en medio de la estepa árida que caracteriza a la ciudad de El Calafate.

Con una ubicación inmejorable, el hotel está a dos cuadras de la calle principal de la ciudad, donde se conjuga el área comercial, de paseo y gastronómica; pero con la tranquilidad de estar metido en un bosque antiguo.

Con casi dos manzanas de terreno, y varias construcciones, el hotel cuenta con muchos espacios que hacen que la estadía en El Calafate sea placentera y relajada luego de las caminatas por el Parque Nacional Los Glaciares, por ejemplo.

Para los amantes del Golf, el hotel además cuenta con cancha par 3 para practicar este deporte. Son 18 hoyos de variada dificultad que conforman un recorrido muy entretenido y complejo, demandando al jugador utilizar la mayoría de los palos de la bolsa, más aún aquellos días que se presenta viento patagónico. Además, cuenta con un Putting Green de 9 hoyos y un área de práctica para dos jugadores. El campo de golf está habilitado para la práctica del 1° de octubre al 15 de mayo (pudiendo ampliarse según las condiciones climáticas).

Un hotel en el bosque rodeado de estepa

Si a descansar se ha ido, el Humus Spa del hotel es completo y está ambientado con mucha madera y muy buen gusto. Cuenta con gimnasio, sauna, baño de vapor, hidromasajes, ducha escocesa y gabinetes de masajes.

El hotel nació como una posada en 1984 con 11 habitaciones y hoy, Los Álamos cuenta con 144 habitaciones que entregan a sus huéspedes momentos inolvidables en medio de un clima cálido y cordial en uno de los mejores escenarios del mundo.

Para los que disfrutan la gastronomía, el desayuno es muy completo, con variedad de frutas, fiambres, desayuno americano y hasta sopa. Un dato para tener en cuenta: la zona donde se sirve el desayuno es en el edificio que está en la manzana del campo de golf, por ende se accede por los jardines, así que a la mañana ¡a abrigarse! En temporada baja se encuentra abierto el restaurante del Humus Cocktail Bar con vista aterrazada a la cancha de golf, donde a veces hay variada cocktelería, shows de música y karaoke. En temporada alta también abre el restaurante La Posta donde se puede disfrutar del clásico y especial cordero patagónico.

Un hotel en el bosque rodeado de estepa

Un capítulo aparte para Daniel, el encargado de informar sobre las opciones de excursiones y paseos a realizar por los alrededores: si bien no cuenta con una oficina especial de atención y su material gráfico es muy casero, se nota que sabe y que le gusta transmitir todo lo lindo que ofrece el lugar. Una gran guía para aprovechar la estadía al máximo.