Un hotel en el bosque rodeado de estepa

El Hotel Posada Los Álamos es un oasis de árboles añosos, en su mayoría álamos, claro, en medio de la estepa árida que caracteriza a la ciudad de El Calafate.

Con una ubicación inmejorable, el hotel está a dos cuadras de la calle principal de la ciudad, donde se conjuga el área comercial, de paseo y gastronómica; pero con la tranquilidad de estar metido en un bosque antiguo.

Con casi dos manzanas de terreno, y varias construcciones, el hotel cuenta con muchos espacios que hacen que la estadía en El Calafate sea placentera y relajada luego de las caminatas por el Parque Nacional Los Glaciares, por ejemplo.

Para los amantes del Golf, el hotel además cuenta con cancha par 3 para practicar este deporte. Son 18 hoyos de variada dificultad que conforman un recorrido muy entretenido y complejo, demandando al jugador utilizar la mayoría de los palos de la bolsa, más aún aquellos días que se presenta viento patagónico. Además, cuenta con un Putting Green de 9 hoyos y un área de práctica para dos jugadores. El campo de golf está habilitado para la práctica del 1° de octubre al 15 de mayo (pudiendo ampliarse según las condiciones climáticas).

Un hotel en el bosque rodeado de estepa

Si a descansar se ha ido, el Humus Spa del hotel es completo y está ambientado con mucha madera y muy buen gusto. Cuenta con gimnasio, sauna, baño de vapor, hidromasajes, ducha escocesa y gabinetes de masajes.

El hotel nació como una posada en 1984 con 11 habitaciones y hoy, Los Álamos cuenta con 144 habitaciones que entregan a sus huéspedes momentos inolvidables en medio de un clima cálido y cordial en uno de los mejores escenarios del mundo.

Para los que disfrutan la gastronomía, el desayuno es muy completo, con variedad de frutas, fiambres, desayuno americano y hasta sopa. Un dato para tener en cuenta: la zona donde se sirve el desayuno es en el edificio que está en la manzana del campo de golf, por ende se accede por los jardines, así que a la mañana ¡a abrigarse! En temporada baja se encuentra abierto el restaurante del Humus Cocktail Bar con vista aterrazada a la cancha de golf, donde a veces hay variada cocktelería, shows de música y karaoke. En temporada alta también abre el restaurante La Posta donde se puede disfrutar del clásico y especial cordero patagónico.

Un hotel en el bosque rodeado de estepa

Un capítulo aparte para Daniel, el encargado de informar sobre las opciones de excursiones y paseos a realizar por los alrededores: si bien no cuenta con una oficina especial de atención y su material gráfico es muy casero, se nota que sabe y que le gusta transmitir todo lo lindo que ofrece el lugar. Una gran guía para aprovechar la estadía al máximo.

la popular

La Popular nos invita a sentirnos de viaje en nuestro país. Ser turistas por un día y maravillarnos con nuestra propia cultura. Para los que les gusta la comida abundante y los clásicos platos de bodegón, es una gran opción. Un bodegón “fashion” ambientado con elementos emblemáticos del folclore porteño: el fútbol, algunos objetos de uso diario y que ahora sólo están a los fines decorativos pués ya han quedado en desuso, son parte de la magia del lugar.

Gente del barrio, pero muchos turistas y grupos de familias llenan sus mesas haciendo del sonido ambiente una auténtica Torre de Babel.

La carta es variada, se puede pedir pastas, carnes, pescados. En esta ocasión degustamos las rabas de entrada acompañadas con cerveza tirada (hay promociones de porrones) y luego disfrutamos de las “milangas” que vienen en opciones variadas, y el salmón con verduras y las tortillas de papa que también son dignas de ser probadas.
A la hora el postre se llevan los premios los clásicos flanes, el arroz con leche y por qué no el postre “Vigilante” de queso y dulce.

la popular

La atención es amable, con mozos que conocen bien su oficio y aunque están de aquí para allá se disfruta del servicio.
La zona en la que está ubicada La Popular se ha puesto en valor hace poco y toda esa cuadra, emplazada en un boulevard, tiene lindos lugares gastronómicos para conocer.

Luego de la abundancia de la comida se puede aprovechar y dar una vuelta por el Parque Lezama que está a media cuadra e incluso visitar el museo emplazado en el mismo que es de entrada libre y gratuita y tiene una colección de espadas y elementos de la colonia muy ricos.

Texto y fotos @MercedesCordeyro

Ficha Técnica:

Lo 👍 (manito dedo para arriba): en un mismo lugar hay comida variada y minutas, platos abundantes en una ambientación de bodegón, un viejo club de barrio con banderines y cuadros de fútbol
Los Mejores 🍽 : La Milanga Popular, aunque todas son ricas, y las tortillas en todas sus variantes. Todos son abundantes y para compartir. Con quién ir: familia y amigos. Asisten grupos grandes, cumpleaños y despedidas.
Sobre 💲 : Entre $300 a $400 por persona.
# Dato: Un lindo lugar para sentirse porteño, todas las paredes llaman la atención por sus elementos decorativos, dibujos y escritos.
Dónde queda: Está ubicado en Av. Caseros 500, esquina Bolívar. Esa cuadra es muy pintoresca y cuenta con varios restaurantes para disfrutar, todos con linda ambientación.
Horario: todos los días, almuerzo y cena, salvo domingos y lunes, que cierra por la noche.
Facebook: @LaPopulardeSanTelmo

Soren Petersen, danés radicado en Argentina, creció comiendo y disfrutando de la comida autóctona de su país realizada en su casa como parte de una de las tantas familias danesas que eligieron nuestras tierras para radicarse. La comunidad danesa, si bien es pequeña en Argentina, durante los siglos XIX y XX aportó unos 18 mil ciudadanos convirtiéndose en la tercera comunidad más grande fuera del reino de Dinamarca, luego de Estados Unidos y Australia.

  Soren o “El Vikingo”, como lo conocen sus amigos, un día decidió hacer un gran cambio y dejó una carrera de muchos años en la industria del turismo para, primero, realizar comidas a puertas cerradas en su casa, siempre con recetas típicas. Hasta que finalmente abrió su primer restaurante junto con Paula, su mujer, y así nació “La cocina del Vikingo” ubicado en QUO Container, uno de los centros comerciales más modernos de Maschwitz.

Los vikingos se pusieron más de moda gracias a la serie que lleva ese nombre y tener un lugar para disfrutar de su comida, genera intriga. “La cocina del Vikingo” tiene un ambiente sencillo en el que se puede disfrutar de buena comida y bebida, atendido por sus dueños. Los platos son abundantes y sabrosos. El pescado, principalmente el arenque, y el cordero son algunos de los elementos distintivos de la comida nórdica. Sus platos suelen ser sencillos y sabrosos. En esta oportunidad disfrutamos de un menú de 5 pasos maridado con la Bodega Saint Felicien. Comenzó con una sopa de espárragos, sutil, bien presentada con micro esferas de yema de huevo y sabor intenso.

Este plato fue acompañado con un Sauvignon Blanc. El segundo paso fue un Smorgardbord de lacha con salsa de curry. Ese es el típico plato de cocina vikinga y es algo sencillo: en palabras fáciles es una rebanada de pan montado con lacha, que es un tipo de pescado, y salsa de curry acompañado por un vino Chardonnay. El plato fuerte fue un exquisito Goulash de conejo y cordero con un puré mixto de papa y brócoli maridado con un exclusivo vino edición limitada Raúl Soldi Pinot Noir. Para el postre una mousse de chocolate con frutos rojos acompañada del vino dulce de Saint Felicien, Semillon Doux. La noche cerró con un café y un brindis con el Espumante Nature de la bodega.

Rico, saludable y con un precio lógico, “La cocina del Vikingo” es una propuesta distinta para disfrutar en pareja o en familia y sentirse, así, un poco de viaje.

Más info: @lacocinadelvikingo

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Se acerca el fin del año, donde comienzan a cerrarse algunos ciclos, mientras otros empiezan a abrirse: la atención puesta en el trabajo empieza a concentrarse casi de lleno en las fiestas y, sobre todo, en lo que vendrá después. ¿Pero qué es lo que viene después? Las vacaciones, claro.

Ese momento tan esperado en el que finalmente está permitido desconectarse sin culpa del trabajo y todo lo que el mismo implica. Ya es hora de pensar en las distintas posibilidades de ocio y relax que hay sobre la mesa; tal vez reposar al sol en una playa o dejarse absorber por las montañas. Conocer lugares nuevos, visitar las antiguas ruinas del viejo continente o descubrir alguna nueva cultura en el lejano oriente. O aún mejor, simplemente encontrar un lugar donde estirar pacíficamente las piernas y dejarse agasajar.

Sería fácil mirar al primer mundo en búsqueda de este tipo de vacaciones. En una villa de Italia o una estancia en la Costa Azul, pero Europa no es el único lugar donde se pueden encontrar este tipo de resorts y ofertas de primer nivel. Todo ese confort, paisajes de ensueño y exquisiteces gastronómicas se pueden descubrir mucho más cerca de lo que uno se imagina. Las que siguen son tres ofertas vacacionales de alto nivel que el sur de la Argentina tiene para ofrecernos.

La primera opción, con ya 25 años en el mundo de las experiencias turísticas, son las expediciones Australis. Esta compañía ofrece la posibilidad de viajar a bordo de un crucero hacia el fin del mundo. Recorrer los canales más australes de la Patagonia Argentino-Chilena para conocer algunos de los paisajes que, a pesar del paso de los años, más han logrado mantenerse intactos a la influencia del hombre en todo el mundo. Un recorrido subrayado por los desembarcos para travesías a pie y en bote, que brindan la oportunidad de conocer más de cerca los fenómenos naturales y la flora y fauna que estas inmaculadas tierras tienen para ofrecer. Los recorridos que se ofrecen varían entre las 3 y 7 noches; proponen diferentes caminos a transitar, pero siempre manteniendo como ancla la gran embarcación, un crucero que ofrece un servicio a puro confort, con una oferta gastronómica all-inclusive que presenta durante el almuerzo un enfoque temático de los lugares que se están conociendo, y un menú a la carta durante la cena.

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Las reservas para esta travesía se pueden realizar desde su sitio web www.australis.com donde también se encuentra información de cada recorrido.

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La segunda opción también tiene lugar en el territorio más austral del país, y consiste de la experiencia de hospedarse en Los Cauquenes. Un hotel cinco estrellas en Ushuaia, a orillas del Canal de Beagle, que propone una forma de relajarse un poco más introspectiva.

usuahiaSu principal característica, el Spa del Fin del Mundo, es un espacio dedicado a los goces epicúreos donde se pueden encontrar jacuzzis, sala de relax, sauna, piscina climatizada y gimnasio entre otros; acompañados por la despampanante vista del canal y las montañas. Además, el hotel cuenta con dos espacios específicamente pensados para el ocio y relax, el jardín de invierno y la terraza climatizada sirven como el marco ideal para una conversación íntima o un atrapante libro. El hotel también desarrolló, teniendo en cuenta los deseos de sus clientes, Usuahia by Los Cauquenes, una experiencia premium que marida paseos clásicos y aventura con gastronomía autóctona y gourmet, diseñada exclusivamente para los huéspedes del establecimiento. El servicio personalizado, hecho a la medida de cada huésped y con atención al detalle, son las premisas de la atención de Los Cauquenes.

Por consultas y reservas se pueden dirigir a www.loscauquenes.com

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La tercera propuesta consiste en un hotel en el corazón del Calafate con vista al famoso Lago Argentino que bordea la ciudad. Los Álamos ofrece a sus huéspedes acceso al exclusivo Humus Spa, una oferta de tratamientos (tanto faciales como corporales) e instalaciones (como su ducha escocesa, baño a vapor y gimnasio, entre otros) específicamente pensadas para el relax y la belleza. También el hotel cuenta con la única cancha de golf del Calafate, El Pinar, disponible para golfistas de cualquier hándicap; que sumado a las canchas profesionales de tennis y paddle, hacen de la propuesta de Los Álamos una oferta única para los amantes de los deportes. Y cómo olvidar el restaurante La Posta, que prepara una carta con los sabores más tradicionales de la Patagonia Argentina, un menú que presume con su cordero, trucha, salmón, centolla, frutos rojos y otros ingredientes orgánicos elaborados en platos de cocina internacional. Además de La Posta, el hotel también cuenta con el Humus Cocktail Bar, para disfrutar de un trago con vista al golf. Y los amantes de los vinos no se sentirán decepcionados, con la carta de más de 150 etiquetas de vinos patagónicos complementada por la guarda de la colección privada Guatti-Girmoetti.

Más información se puede encontrar en www.posadalosalamos.com donde también se realizan las reservas.

Esto es tan sólo una muestra de todo lo que el sur de Argentina nos puede ofrecer para estas vacaciones. Una oportunidad para mirar hacia adentro, tanto en la atención a uno mismo, como en la elección de una oferta cien por ciento nacional.

Brasil

Brasil es un destino muy elegido por los argentinos en vacaciones de verano. Dentro de la cercanía con argentina sin duda Florianópolis cuenta con numerosas playas para disfrutar. Muchas muy conocidas como Praia Brava, Praia dos Ingleses, Canasvieiras, Joaquina, Lagoinha. Unos 85 km. antes de llegar a “Floria” se encuentra Praia do rosa un destino que durante los últimos 20 años no paró de crecer pero aún conserva su rudimentarismo y es el lugar elegido de muchos surfers para pasar el verano.

A quienes decidan ir a este destino, les recomendamos que intercalen unos días yendo a diversas playas de los alrededores, algunas para llegar en auto hasta la arena, otras para ir por lindísimas trillas, otras a las que hay que  ir cruzando una laguna a pie o en bote. Nosotros tuvimos la suerte de conocer este destino de la mano de amigos que iban desde que era casi despoblado y nos enseñaron a disfrutarlo y a recorrerlo de punta a punta.

Brasil

Es que si hay algo que tiene Praia do Rosa es que llegas ahí y te das cuenta que para vivir no necesitas nada más que un par de ojotas, un traje de baño y un techito cada tanto cuando llueve. La energía y conexión con la naturaleza es instantánea. Está claro que no es un destino para todo el mundo. Se requiere de poder caminar sin problema para disfrutarlo. Aunque hay uno o dos alojamientos en el centro de la bahía: Fazenda Verde y Fazenda Rosa que están casi a ras de la playa. El resto de los alojamientos y casas están más arriba en la ladera del morro y como mínimo requieren una caminata de medio km. para subir y bajar a la playa.

Brasil

En nuestro caso, como en el de muchos debíamos caminar 1 km. por día que implicaba una gran subida primero y una gran bajada luego. Los primeros días era complejo, pero luego era parte de lo pintoresco del lugar. Rosa es para moverse a pie fundamentalmente. Incluso para ir a comer o a pasear al “Centrinho” y ver locales (Mucha oferta de trajes de baño de excelente calidad, entre otras cosas de playa) hay que caminar, y siempre subir y bajar.

Esta zona costera de Brasil es una sucesión de bahías de diversos tamaños. Mirando el mar a la derecha de la bahía de Praia do Rosa está Praia do Luz a la que se puede acceder en auto al mejor estilo Cariló y donde siempre uno se encuentra con el carrito infaltable de venta de Caipirihna o Caipiroska. Un personaje pintoresco si los hay.

Brasil

Del otro lado, está Praia Vermelha. Para llegar a ella se debe ir recorriendo una trilla de una hora aproximadamente de caminata entre un verde imponente. Tiene algunas subidas y bajadas así que a hacerlo de a poco y llevar agua para el trayecto. Nosotros algunos días partíamos con reposeras, tablas y sombrillas a la mañana y recorríamos el trayecto para disfrutar todo el día de dicha playa.  La paz y tranquilidad a comparación de Rosa es impagable.

Otro recorrido que les recomiendo es un día cargar el auto y partir para Guarda do Embau. Y obviamente que también es una opción en donde alquilar o alojarse. Lo pintoresco de este lugar es que al llegar dejas el auto y lo primero que encontrás es una laguna, que hay que sortear a pie con el agua en la cintura y las cosas en la cabeza, o para los más civilizados, hay botes que te cruzan. Allí hay una playa con extenso mar que se une también a la laguna generando un pequeño río. Hay días que se puede cruzar a una segunda bahía más pequeña, parte caminando y parte a nado. (O también sólo caminando por una trilla pero desde el lado previo a cruzar la laguna). Y de allí se cruza una trilla no muy extensa, y se llega a la Prainha. La verdad es ¡¡Imperdible!! El placer de llegar a esa playa desolada y esa bahía increíble es único. Amantes del yoga y la meditación querrán eternizarse en dicho lugar a contemplar.

Brasil

Para los más osados pasando esta bahía se accede a una nueva trilla. Esta es muy sencilla en cuanto a que no tiene tanta inclinación pero es más larga. Tienen muchas zonas de pasto y uno se siente la novicia rebelde cruzando por allí. A mi me la recomendó un gran conocedor de esta zona: Esteban, el panadero dueño de Pannus, en Lirios del Talar y vecino de muchos. Luego de caminar un buen rato encontrarán una pequeñísima bahía y a su derecha un parador super rústico pero híper pintoresco. Habrán llegado a la Playa do Maço. También verán que hay muchos montoncitos de piedras hechos por el hombre. Los pueblos indígenas de los Andes denominaban a estos montículos “apachetas” y los construían en los bordes de los caminos como ofrenda a los dioses para pedirles que les protegieran durante el viaje. Hoy los cuidadores del medio ambiente recomiendan no hacerlos pues generan un impacto dañino pues al mover las piedras se dejan al descubierto raíces  o hábitats ocupados por animales invertebrados, sobre todo insectos y moluscos, lo que altera un entorno delicado.

Este parador es soñado y además se come muy bien (¡o teníamos mucho hambre después de la extensa caminata!). Hay poca gente,  algunos viajeros, mochileros, muchos de ellos que viven en un camping allí cerca. Si uno quiere visitarla en auto, puede hacerlo yendo hasta Pinheira y de allí sólo debe hacer una trilla en bajada (¡¡A la vuelta hay que subirla!!) de unos 10 a 15 minutos).

El sol, el ruido del mar, los paisajes, las plantas, el viento, la lluvia, toda la naturaleza invita al relax. Al tercer día allí uno se olvida del trabajo, el teléfono pasa a ser sólo una máquina de fotos y las vacaciones son absolutas. La buena compañía, ir en grupo de amigos o familia es ideal. Y los vecinos brasileros siempre hospitalarios no dejarán de invitarte “Mais uma cerveja!!!” y uno, no dejará de brindar por ¡la vida!

Texto y fotos Mercedes Cordeyro

@viajja2net

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